Hotel Lisboa Plaza - Lisbon Heritage Collection - Avenida

El personal de recepción fue súper amable y simpático, brindándonos una cálida bienvenida durante nuestra estancia. Las camas eran cómodas y disfrutamos de un desayuno delicioso y variado. Además, nos encantó el detalle de tener café, infusiones y agua gratuitos durante todo el día en el salón del hotel. También cabe destacar la ubicación excepcional, ya que el hotel está bastante cerca del centro de la ciudad y a la vez alejado del bullicio. Por último, apreciamos la opción de contar con un parking justo detrás del edificio, lo cual fue muy conveniente.

Imposible encontrar algo negativo en esta experiencia.

Ubicación céntrica y accesible, cercana a lugares de interés. Personal amable, atento y resolutivo. Desayuno satisfactorio y bien organizado. Cambio de habitación rápido y eficiente en caso de necesidad. Estética encantadora con toques nostálgicos.

Todo estaba impecable, he disfrutado mucho de la ubicación y los servicios, eran buenos. Dormitorio espacioso, baño lujoso. Check-in simpático.

No solo era un bonito hotel con habitaciones elegantes, sino que su personal era realmente bueno. El check in rápido fue un plus.

El hotel está ubicado en una zona muy conveniente, cerca del centro de la ciudad y a poca distancia de las principales atracciones turísticas. Las habitaciones son acogedoras y cómodas, con camas muy cómodas. Además, el personal es amable y servicial, y el desayuno es delicioso y variado.

El tamaño de los baños es un poco pequeño, lo que puede resultar incómodo para algunas personas.

Ubicación perfecta en Avenida Libertade. Decoración según tradición portuguesa.- Sala cómoda para descansar.- Terraza acogedora con buenas vistas.- Mobiliario de estilo y calidad.- Habitaciones cómodas con elementos de aseo de calidad.- Variedad y opciones en el desayuno.- Amabilidad del personal.

Nada de nada.

Nos alojamos en un hotel encantador en pleno centro de Lisboa. La ubicación era perfecta, cerca de la Avenida de la Libertad y de importantes plazas. A pesar de tener vistas a la avenida principal, era un hotel tranquilo y silencioso. El personal fue muy amable y servicial desde el principio. La habitación era amplia y luminosa, con un baño limpio y con toques retro. Nos sentimos como en casa con todas las comodidades y detalles, como las zapatillas y el albornoz. Disfrutamos de un desayuno espectacular con una gran variedad de alimentos, aunque echamos de menos los zumos naturales. Además, la terraza en la planta alta era un lugar agradable para disfrutar del buen tiempo. En general, sin duda repetiremos esta experiencia.